Premio al proyecto comprometido con el bienestar animal 2024. Edición VIII.
Agradecemos este reconocimiento del Colegio de Veterinarios de Madrid a la trayectoria de nuestro proyecto y lo hacemos extensivo a todos aquellos pastores y pastores que trabajan día a día con rebaños ligados íntimamente al territorio. Su papel es crucial en la conservación de ecosistemas equilibrados, biodiversos y poblados por animales sanos y felices.
La herencia genética es importante a la hora de seleccionar caracteres productivos y de adaptación al medio en pequeños rumiantes. 🧬
Pero hoy en día se sabe que la expresión genética de estos caracteres se ve modulada por cambios epigenéticos. Los cambios epigenéticos son modificaciones reversibles que se producen en periodo prenatal y en las primeras etapas tras el nacimiento y su función es la de permitir una mayor plasticidad adaptativa al medio.
En los animales, a diferencia de lo que ocurre en las plantas (en las que se transmiten los patrones epigenéticos de forma estable de una generación a la siguiente), durante la gametogénesis se borran los patrones epigenéticos parentales y se establecen nuevos patrones en función de las condiciones ambientales reinantes en la gestación y en las primeras etapas posnatales. Por ello es muy importante seleccionar las hembras de reposición a partir de nuestra propia recría, que vendrá con una carga epigenética adaptada a las condiciones medioambientales donde vive el rebaño. Controlando las condiciones del período de gestación, sin estrés alimenticio o de otro tipo de la madre, nos vamos a asegurar cabritos más sanos, sin adaptaciones a condiciones extremas sino en equilibrio con el medio en el que han de vivir.
Por otro lado, tras el parto la recría entra en contacto de manera temprana con los patógenos presentes y la expresión o no de determinados genes protectores frente a ellos puede ser clave para su desarrollo y supervivencia. Además, a través de la leche materna las nuevas cabritas entran en contacto con metabolitos presentes en la vegetación del lugar, de manera que los rasgos epigenéticos que van adquiriendo van a permitirles sacar el máximo provecho cuando la consuman más adelante, en equilibrio con las distintas poblaciones microbianas que se vayan desarrollando en el rumen.
Día internacional del perro.
Tuco, Luna, Nieve y Tella son los mastines que protegen al rebaño de los depredadores. Rebajan los niveles de estrés de las cabras. A su lado se sienten tranquilas por la protección que les ofrecen los perros y de esta manera se alimentan sin sobresaltos, exploran el terreno con seguridad y mejoran su salud.
Triki es el perro pastor o carea. Conduce al rebaño acompañando las directrices de la pastora. Evita que se alejen las cabras más díscolas o las conducen a la manga de saneamiento para las curas y revisiones sanitarias cuando es necesario.
Los perros acompañan al ser humano desde hace miles de años cooperando en el pastoreo y conviviendo en sus sociedades. Perros pastores, perros de trabajos diversos y/o perros de compañía.
El pastoreo en el cortafuegos alto que discurre siguiendo el perfil montañoso exige lo máximo del conjunto rebaño-pastora-carea.
Se deben controlar bien los tiempos de acceso a las peñas, diseñar los límites de las zonas a pastorear cada día incluyendo heterogeneidad vegetal y abundancia suficiente pero no excesiva y revisar cómo va progresando la alimentación cada tarde cuando regresan a los abrevaderos. Se debe buscar el equilibrio entre un pastoreo relativamente selectivo para maximizar la ingesta y la salud del rebaño y relativamente homogéneo sobre el terreno para minimizar el impacto irregular en la vegetación y maximizar la salud del suelo.
Todo ello se consigue con la dirección del rebaño a la voz de la pastora junto con los límites del pastor digital y los del perro carea. Para que este conjunto funcione de manera fluida requiere de lazos de confianza entre el rebaño, la pastora y el carea.
Mastines, carea, cabras y cabrera forman una comunidad orgánica integrada en el ecosistema.
Frente al calor el rebaño y los mastines prefieren aprovechar las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
Gracias al telepastoreo los animales disponen los tiempos de alimentación, abrevado y descanso cómo mejor les viene para autorregularse térmicamente. Eligen los momentos de estar a la sombra o ascienden hasta las cumbres más frescas cuando lo necesitan.
El bienestar animal está directamente relacionado con la producción agropecuaria.
Época de gestación de las cabras adultas y de crecimiento de la recría.
En verano la jara segrega mucho ládano, que se pega al pelo de esas cabras. Antiguamente se peinaba a los animales en estas fechas para recoger el ládano y venderlo como un ingreso complementario.
El rebaño se ennegrece con el aceite cuando atraviesa los jarales y muchas cabras pierden el pelo en la parte más sobresaliente de sus costados con el roce pringoso de estos matorrales. Ellas siguen con su labor de desbroce, preparando el terreno para que puedan germinar las plantas herbáceas que luego les servirán de alimento.
Una tormenta eléctrica veraniega ha provocado un foco de incendio con un rayo sobre "El picozo".
Los medios aéreos de extinción de incendios forestales han sido rápidos y en seguida han recibido apoyo terrestre hasta sofocar el conato.
El rebaño habia estado minutos antes por encima del lugar donde ha incidido el rayo, alimentándose en la faja cortafuegos. El instinto animal ha hecho bajar a las cabras a unas horas más tempranas de lo habitual, en cuanto han intuido la tormenta.
Las tareas de prevención y de extinción de incendios forestales van de la mano, por eso es necesario incrementar la cabaña ganadera en equilibrio en nuestros montes y recuperar los paisajes pastoreados. Como mencionaba hace unos días @novillo.carlos : #pastoreopreventivo
Aprieta el calor.
El rebaño asciende a primera hora para aprovechar los pastos de altura. Gracias al pastor digital invisible concentramos el rebaño en las fajas cortafuegos de la cuerda montañosa. Cada día abrimos una franja nueva en la faja para que las cabras mantengan a raya el matorral de manera homogénea.
Ya por la tarde, tras pasar las horas más calurosas al fresco en las peñas altas, el rebaño desciende de nuevo para aplacar la sed y la demanda de sales minerales.
Moviendo cada cierto tiempo los bebederos y los bloques de sal conseguimos ampliar el impacto de los animales sobre la superficie matorralizada y de esta manera vamos preparando las condiciones para su restauración en pastizal en la próxima estación húmeda.
La conservación y recuperación de los pastizales mediante la siega y el pastoreo son claves para frenar el cambio climático y para aplacar el calentamiento global del planeta.
Por un lado, el pasto herbáceo presenta una gran capacidad para secuestrar carbono atmosférico inyectándolo en el suelo, al contrario que las plantas leñosas, las cuales lo fijan mayormente en su estructura aérea. Bajo tierra el carbono es menos susceptible de regresar a la atmósfera cuando acontece un incendio.
Además, al romper la continuidad de las grandes masas leñosas de matorral y arbolado, los pastizales reducen las probabilidades de que se produzcan megaincendios, con combustiones imperfectas de la biomasa y la liberación de grandes cantidades de monóxido de carbono. El CO favorece de manera indirecta la estabilidad a largo plazo del metano en la atmósfera (uno de los gases más importantes implicados en el efecto invernadero).
Por otro lado, los pastizales presentan una gran capacidad de enfriar el planeta debido a la radiación solar que reflejan ( el albedo), mucho mayor que la que reflejan los bosques y las masas de matorral. El albedo de la hierba fresca supone más del doble que el de un árbol. En verano, cuando la incidencia del sol es mayor, los pastos se agostan y amarillean, incrementadose aún más su albedo y reduciendo por tanto la absorción de calor.
No existen grandes manadas de herbívoros silvestres en Madrid, ni en la Península Ibérica. Quedaron extintas hace miles de años en toda Europa. Las funciones que cumplían en el ecosistema fueron suplidas por manadas de herbívoros domésticos: vacas, ovejas, caballos y cabras.
Además, los seres humanos se asignaron de manera directa una función que antes fue trabajo de megaherbívoros como mamuts, elefantes o mastodontes: el apeo del arbolado, ya sea mediante la quema en incendios controlados o la corta para el aprovechamiento de la madera.
A día de hoy la transformación de la geografía con grandes infraestructuras (autovías , presas, etc) imposibilita la reintroducción de las antiguas manadas de herbívoros silvestres. Para ellas la migración constante impuesta por la estacionalidad de los pastos era condición necesaria de su existencia. Y también lo fue para los rumiantes domésticos, que trashumaban por las cañadas al ritmo de las estaciones.
En el contexto actual, allí donde la trashumancia no es posible, merece la pena emularla con una planificación exhaustiva de rotación de los pastos locales. Es la mejor manera de recuperar todos los beneficios ambientales que hace miles de años nos proporcionaban los movimientos migratorios de los herbívoros silvestres y aun hoy lo hacen unos pocos rebaños trashumantes.
Las cabras devoran con fruición las hojas y los brotes tiernos de la jara estepa ("Cistus albidus"). Les es muchísimo más apetecible que la jara pringosa (Cistus ladanifer") y este hecho queda reflejado en el paisaje.
Las variantes híbridas de estas dos cistáceas también son parte preferente de la dieta del rebaño.
No obstante, gracias al manejo dirigido del pastoreo se está logrando el ramoneo homogéneo de determinadas manchas de jaras de ambas especies y su sustitución por pastizal a partir del propio banco de semillas del lugar.
Retratos de cabras de Guadarrama: Golondrinas o jardascas, cárdenas, negras, mochas o cuernibizcas, cariblancas, oriscanas, etc...
El pelo largo funciona como una adaptación a las precipitaciones: el chubasquero montuno. Las mucosas oscuras, engrosadas con depósitos de melanina, favorecen la resistencia a los daños mecánicos y a los que provoca la luz ultravioleta.
Tema a parte son las adaptaciones menos visibles como la microbiota del rumen.
Variaciones genéticas y epigenéticas que permiten una adaptación óptima al terreno y a las circunstancias cambiantes.